Ya llevábamos tiempo planeando hacer alguna ruta que además de darle a los pedales también le diésemos al estómago, así que hoy hemos recortado un poco el recorrido y hemos cambiado el objetivo final, no era ninguna cumbre de tantas que hay por nuestros alrededores, en nuestra mente estaba el llano, el Llano de Quintanilla para ser más exactos...
y es que ha sido un día de esos para recordar, esa agradable pesadez que de costumbre llevamos en las piernas después de unos cuantos kilómetros ha ido acompañada de otra agradable pesadez de estómago. Pero bueno vayamos por partes. A las 8,15 nos damos cita en el punto de costumbre y ponemos rumbo a la Sierra Salinas, la mañana muy agradable, en todo su punto de temperatura, humedad, y viento. La niebla que hubo el día anterior (de la que nos deja constancia Manolo con su espectacular foto) tampoco nos acompañó en esta jornada. Bajamos por el camino de los Torrejones en un buen ambiente, totalmente distendido, en agradable conversación y de momento dándonos una pequeña tregua, en las primeras rampas en el barranco de la Bronquina, bordeando la sierra de Enmedio, Jose Gregorio y Ramón empiezan a tirar del grupo que ya se va estirando y va poniendo a cada uno en su sitio.Cruzamos la carretera Villena-Pinoso y ya subimos la dura pendiente que nos llevará al camino de las Colonias, que bordea la Sierra Salinas por la cara norte, muy agradable y hoy muy húmeda, recorremos el continuo sube y baja de dicho camino en dirección al aula de la naturaleza, a la que no llegamos, nos dejamos caer hacia la carretera de Pinoso por la pista de tierra blanca que hay un poco antes del aula de la naturaleza antes citada, después de un rápido descenso llegamos a la carretera, por el portichuelo volvemos al llano, y ya vamos a la casa del Llano de Quintanilla, a la hora que teníamos prevista teníamos preparadas unas espectaculares gachasmigas, un día es un día, le recomiendo a todo el mundo este sitio, no ha faltado detalle, bueno, si hubiesemos dispuesto de una de esas tarjetas negras tal vez nos habrían traído marisco en helicóptero. La vuelta por el camino de Los Torrejones de nuevo, y a buena hora a casa. Podemos decir que hemos vuelto con buen sabor de boca. En definitiva un día para repetir, gracias a todos por el buen rato.
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